OBREROS Y ARQUITECTOS DE UN DESTINO

UN POCO DE HISTORIA

Mirando hacia atrás creemos que para este grupo cooperativo la frase que titula este espacio es el fiel reflejo de nuestros inicios.

En el año 2002 fuimos conscientes de que el proyecto educativo donde nos desempeñábamos se agotaba y no habría un 2003 desde lo laboral. 

Es así que surge la iniciativa de generar un proyecto educativo propio orientado hacia la excelencia académica y la transmisión de valores innegociables a nivel social.

Es así que un 22 de agosto de 2002 nos agrupamos en torno a un sistema cooperativo, donde la ayuda mutua, equidad y solidaridad serían los valores que nos definirían.

Comprendimos que cada uno era la pieza fundamental de un puzle que sólo podría armarse aportando las competencias propias, no todos deberíamos brillar en todo, alcanzaba con poner al servicio de la comunidad aquello en lo que nos desempeñábamos mejor. Fue así que llegamos a nuestro local insignia, la quinta de Carmelo 1415. Allí comenzó un proceso de recuperación patrimonial para la zona y la base física de nuestro proyecto. Fueron muchas horas de asambleas, trabajo cooperativo y lucha por ese ideal común.

En marzo de 2003 abríamos las puertas de “nuestro proyecto”. Era la forma de retribuir la confianza depositada en nosotros por aquellas familias que creyeron desde un principio y, a su vez, de demostrarnos que sí se podía.

Hoy, luego de veintiún años de aquel 22 de agosto de 2002 podemos aseverar que la frase con la cual celebramos nuestro décimo aniversario continúa más vigente que nunca : “en tiempos de incertidumbre soñamos que era posible”.

Previous slide
Next slide
NUESTRO
Cometido

Orientados hacia una educación innovadora que se basa en el hacer y se centra en el alumno como protagonista de su aprendizaje. Nuestros alumnos toman decisiones, planifican, elaboran sus estrategias, reflexionan, investigan y aprenden también de sus errores, guiados siempre por sus docentes. Disfrutan del aprendizaje, ya que lo que aprenden les es útil y aplicable.
A través del trabajo colaborativo, aprenden de otros y con otros.

Mediante diferentes metodologías fomentamos la autoestima y la superación personal a través de la autoevaluación y la corrección de las actividades de aula con juicios constructivos.
Todo eso se hace posible trabajando en un clima familiar, solidario y de respeto mutuo.

Consideramos al alumno como un ser valioso, único y especial. Propiciamos una enseñanza humanista, personalizada y organizada en grupos reducidos para maximizar la atención de cada alumno en particular, respetando su individualidad, su estilo y ritmo de aprendizaje.